La geoingeniería plantea intervenciones directas en la naturaleza para corregir el calentamiento global, como rociar con spray de agua de mar las nubes sobre los océanos para que éstas aumenten en tamaño y blancura y así repelan más las radiaciones solares, o arrojar al mar cantidades masivas de hierro con el fin de fomentar el crecimiento de las algas para la captación de dióxido de carbono.
El programa de investigación de aurora activa de alta frecuencia, mas conocido por sus siglas en ingles como HAARP, corresponde a un proyecto realizado por la Fuerza Aérea y Marina de
Estados Unidos en cooperación con el DARPA (Defense Advanced Research
Projects Agency) y la Universidad de Alaska, creado por Bernard Eastlund
en unas instalaciones localizadas en Gakona, Alaska desde 1990.
Consiste en 180 antenas que funcionan en conjunto para emitir 1GW, es
decir un billón de ondas de radio de alta frecuencia que penetran en la
atmósfera interactuando con la corriente de electrojets aureales
(electricidad flotando sobre la tierra). La función práctica del
proyecto es mejorar las radiotelecomunicaciones, y que los pulsos
emitidos artificialmente estimulen la ionósfera (capa atmosférica
ionizada de forma permanente debido a la radiación solar) creando ondas
que pueden recorrer grandes distancias y penetren en la tierra para la
detección de misiles.
Uno de los objetivos de HAARP está basado en la naturaleza de los
electrojets, ya que modificando esta electricidad se generan ondas LF
(low frequency) y VLF (very low frequency), HAARP enviará ondas de
radiofrecuencia a la ionósfera y
los electrojets, que durante las tormentas eléctricas logran tocar la
tierra, actuarían en conjunto como un calentador ionosférico, lo que
podría considerarse tanto como una utilidad debida al cambio climático
al que la contaminación ha llevado al planeta, como en una arma
geofísica masiva.
La función de HAARP respecto a la manipulación del clima, podría operar siguiendo la teoría del científico Nikola Tesla:
transmitir potentes ondas electromagnéticas que se puedan reflejar en
la ionósfera y así alcanzar grandes distancias. Por efecto, un cambio climatológico en un hemisferio tendría repercusiones en el opuesto.
Por otro lado,los opositores científicos mencionan que la energía transmitida hacia la
ionósfera no es absorbida por la tropósfera o estratósfera (capas de la
atmósfera
donde se producen los cambios climatológicos), toda la interacción
electromagnética se produce cerca del espacio a unos 70 kilómetros de
altura, a tal altura los rayos del sol son más potentes que cualquier
emisión electromagnética de antenas, por lo tanto si la turbulencia
ionosférica causada por el Sol no puede hacer estragos climatológicos en
la Tierra, es muy difícil creer que lo pueda causar el proyecto HAARP.
Aunque son muchas las personas a favor guiados por las teorías de conspiración y en algunos casos con el auspicio de científicos, los que están en contra en su mayoría son científicos que trabajan para las hegemonías que con su discurso convencen a muchos, pero en todo hay algo cierto y es que el proyecto existe, sea para fines negativos contra el planeta o para bien del mismo, considero todos debemos informarnos mas y tener la capacidad de discernir conscientemente sobre lo que vemos, oímos y palpamos de nuestra realidad planetaria.
Espero escuchen el siguiente audio de la emisora online Radio Cultural Planeta Consciencia donde se profundiza un poco en este tema...
No hay comentarios:
Publicar un comentario